Keko Yoma; banda rutera, banda nómade, banda desbandada. La ruta es la meta.

Keko Yoma es banda de ruta, de viaje, de movimiento. Una banda itinerante con 10 años de trayectoria, nómade, inquieta, irónica y atrevida. Su estética es la de la risa y el movimiento, la estética del placer y la rebeldía, cuyos shows se basan en la interacción con el público y una colérica puesta en escena, que hace de la música el ejercicio perfecto para hacer del movimiento la pauta de acción de cada show. En esta oportunidad, la banda nacional irá a tierras Aztecas, donde fueron invitados a participar en el Indie Fest Campeche, donde esperan mostrar la eficiencia de su espectáculo ante el público Mexicano. Esta gira, llamada Propaganda Tour México 2015, en honor a su último disco, espera ser la consolidación de un año redondo, que además incluyó una gira por el viejo continente, visitando países como Holanda, Alemania y Bélgica, país donde participaron en uno de los Festivales más grandes de Europa, el Festival de Gantes (Gentse Festeen), en la ciudad del mismo nombre.( ver video )

Hablar de Keko Yoma es hablar de viajes, noche, bohemia, psicodelia, rock y cuerpos moviéndose al ritmo de una música que mezcla ska, cumbia, ritmos e instrumentos originarios, rock, algo de pop y una cuota de teatralidad que entrega en sus shows en vivo la locura suficiente para no ser olvidados rápidamente. El sudor y la ardiente noche son parte del itinerario común de esta banda independiente que ha llegado a visitar más de 15 países a lo largo y ancho de nuestro planeta. Argentina, Colombia, Ecuador, España, Francia, Suiza, Austria, República Checa, Suecia y Dinamarca, son algunos de los países donde su música ha encontrado acogida. Varios hitos forman parte de esta ruta viajera que Keko Yoma ha hecho su práctica más avezada.

Una arenga, un carnaval, un documental.

Primera vez que visitan México, y primera vez que deciden hacer con este proceso un documental que relate las peripecias de una banda en gira, abordando aspectos como las relaciones humanas, el ejercicio de la autogestión, y la compleja y a veces arriesgada apuesta de recorrer misterios y espacios donde la improvisación, el entusiasmo y la apertura mental toman un lugar preponderante a la hora de hacer de esta experiencia una enriquecedora tarea. “Convertirse en una banda viajera no fue nada planificado, más bien fueron muchas ganas, convicción y música”, comenta Carlos Jara, percusionista de la banda. Arenga K, nombre del documental dirigido por María Reyes y Chilecoproducciones , que acompañará a Keko Yoma en este viaje al DF, Campeche, Texcoco, y otras localidades del antiguo imperio Azteca y Maya, busca mostrar la vida de una banda en la ruta, que vaya más allá del mito liviano que invita a creer que una gira es pura fiesta y muy poco trabajo. ( ver teaser )  “Lo más complejo es convivir, aceptarse, organizarse y reconocerse, aunque también es lo más nutritivo para un grupo humano” nos cuenta Javier Lizama, baterista.

El nombre del documental responde al espíritu de la banda, que ha hecho de su trayectoria una invitación al carnaval, entendiendo que la lucha por las transformaciones sociales y culturales, debe ir de la mano con la alegría, la fiesta, la participación y la belleza. “Un pueblo sin carnaval no puede avanzar hacia lo que anhela, porque es en la fiesta, en el compartir, en la alegría y la conversación liberada donde nace la revolución y la transformación de las personas, un pueblo sin alegría es un pueblo gris y enajenado, un pueblo ajeno a lo más íntimo de sí mismo, mucho de eso pasa en Chile, después de la dictadura el país se apagó, Chile vive aún su propio trauma”, comenta Claudio Benavides, vocalista. Keko Yoma anima la fiesta, pero también llama a reflexionar sobre un mundo basado en el consumo, la manipulación de los medios de comunicación, la represión policial a los estudiantes y sus luchas, y la desigualdad social, aunque en sus letras y armonías, lo que predomina es un llamado a no bajar los brazos, y a mirar directamente, aunque sea bailando, la realidad que muchas veces se busca ocultar.

Keko Yoma es una Arenga, un llamado a levantarse del asiento y movilizar el corazón y el cuerpo hacia la dirección que se anhela, que se ama, hacia los propios sueños. Este viaje es uno más de los que han llevado a esta banda nacional a consolidarse como una de las más viajeras del país, siendo éste un horizonte muchas veces alejado de las expectativas reales de quienes entran al mundo de la música. “Muchas veces nos preguntan cómo lo hacemos para viajar tanto, y cuando contestamos , creen que ocultamos información o algo por el estilo, en realidad, lo que se trata, es estar en continuo contacto con nuestros deseos, tener amigos en cada lugar donde vamos y preocuparse de ellos como lo hacen con nosotros. Se trata al final, de simplemente proponértelo y no esperar condiciones para hacerlo; trabajar por lograrlo”, responde Allan Follert, bajista de la banda y uno de sus fundadores. Javier Lizama, baterista del proyecto, comenta que “si me preguntara todo el tiempo por lo difícil que es viajar, y lo pusiera como horizonte lejano, no habría siquiera salido de mi casa, querer es poder, como dice una de nuestras canciones”. Renato Pizarro, guitarrista, agrega que “a los músicos emergentes les diría que paren de emerger o si no, no saldrán nunca de ese lugar, des-identificarse es la respuesta”. Gonzalo Troncoso, tecladista, se suma a las palabras de sus compañeros y resalta la necesidad de atreverse y tomar los riesgos, “yo les diría que salgan y lo vivan, nada más”.

Este espíritu fundante ha hecho posible recorrer miles de kilómetros y realizar experiencias muy nutritivas, que han permitido aquilatar aspectos musicales y teatrales que permiten que el show de esta banda cruce los propios límites y el ímpetu ante la sorpresa y el nuevo viaje, esté lejos de agotarse. “Viajar nos ha permitido mirar a Chile desde afuera y entender más lo que pasa acá y darnos cuenta cómo nos tienen de cagados, además nos permite conocer, aprender, ampliarnos cultural y artísticamente”, comentan.

Europa y México 2015, dos giras en un año, y un proyecto por tierras chilenas para el 2016.

Llegar a México no es un hecho fortuito. Se realizaron gestiones a lo largo de un año para hacer de esta posibilidad una realidad. Cada gira tiene este nivel de trabajo e insistencia. Preparar una gira, que este caso lleva una delegación de 9 profesionales a tierras de Pancho Villa y Emiliano Zapata, es un trabajo arduo y constante. Los músicos de la banda dividen funciones, organizan sus tiempos, y orientan el trabajo en base a las necesidades de cada viaje. “No es como viajaría Faith No More, o alguna banda famosísima, acá el trabajo es a pulso, cada uno aporta lo suyo, y las relaciones personales con la intensidad de un viaje, siempre están puestas en juego. Es un trabajo muy humano y lindo. Es como una familia”, relata Claudio Benavides, vocalista de la banda que se ha incorporado el 2015 a esta vorágine de viajes y rock.

Este año, ya son dos las giras en que Keko Yoma ha salido del país, la primera fue en Julio pasado, visitando las ciudades de Amsterdam, Berlín, Gantes, y otros poblados de Holanda, Alemania y Bélgica. Ante esto, Keko Yoma proyecta para el 2016 una gira por nuestro país que irá acompañada de un hito muy especial que revelarán cuando finalice la gira por México. Además, la banda está “maqueteando” lo que será su cuarto disco, el que esperan estrenar a principios o mediados del 2016. Este hito no es menor, porque después del lanzamiento de su tercer disco la banda ha vivido transformaciones fundamentales en su composición y forma de trabajo. Este año se incorporaron dos nuevos músicos, aportando una distinta sonoridad a las canciones de su último disco, cuestión que ha puesto a prueba la capacidad de la banda para reinventarse y hacer de las dificultades, un motor para la creación, siempre tomando los riesgos necesarios para hacer de su vida, los sueños.

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