Los viajes son una incógnita. Un misterio que se devela paso a paso. La banda nacional Keko Yoma, llegó a México por primera vez buscando un terreno fértil donde hacer germinar su propuesta; una combinación de rock, pop, ska e instrumentos originarios que buscan que la innovación y la experiencia en vivo sean la base de un espectáculo que busca sorprender desde el comienzo.
Los viajes son una incógnita, y una incógnita también era la recepción que el público mexicano le daría a la banda. Aún así los Kekos llegaron a territorio Azteca con la música en las maletas y comenzaron a provocar, recorriendo como si fueran sus inicios, espacios tradicionales de la ciudad de México como La Hija de los Apaches, una pulquería en el centro del DF, propiedad de “El Pifas”, un ex boxeador mexicano , personaje de la bohemia y donde la música de Keko Yoma fue recibida con tanta euforia como Pulque había en el lugar. El Pulque, un fermento típico de la zona, brebaje tradicional que bebían los guerreros aztecas, y que hoy disfruta la población en general, fue parte esencial de este show. La noche fue condimentada entre chile, baile y cerveza, y Keko Yoma aterrizó con fuerza en estos espacios carentes de glamour, pero abundantes en tradición y sentido.
Durante los siguientes días se preparó el show de Campeche, donde en el Indie Fest, Keko Yoma esperaba refrendar toda su trayectoria en grandes festivales. Antes, eso sí, fueron invitados a la inauguración de un mural contra el autoritarismo y a favor de la justicia social y Ayotzinapa, una de las causas que más tristeza han traído al pueblo mexicano con la desaparición de 43 estudiantes que se manifestaban por sus derechos. En esa ocasión, compartieron en el Instituto Politécnico con la asamblea UPIB y un centenar de estudiantes y académicos que bailaron y corearon las canciones, además de aplaudir el apoyo a las causas que los estudiantes tanto en Chile como en México levantan ante la represión. Luego de esta experiencia, donde la banda nacional pudo palpar la lucha de la juventud mexicana por reivindicar su dignidad como sujetos de derecho, comenzó un viaje de 20 horas hacia el sur del país, con destino a Campeche, territorio de colonización española, piratas y espiritualidad Maya, donde se realizaría el Indie Fest Campeche, pretexto fundamental para la visita de esta banda chilena a tierras de Pancho Villa y Emiliano Zapata.
Ya en Campeche, el recibimiento fue extraordinario, una treintena de fans de la banda los acompañaron en un Meet and Greet en el diario Expreso Campeche. Una conferencia de prensa con los seguidores que terminó en una rifa muy divertida animada por los propios músicos donde se regalaron ejemplares de su último disco, “Propaganda”, con gran agradecimiento de los presentes. Una vez en escena, y luego de la participación de interesantes bandas de Chile (Mono Millar), Colombia (Skaimanes) y México (Panorama, Porter, El viaje, Rojo retro, Derriben al Rey, Lng/Sht). Keko Yoma subió al escenario con un público muy expectante por la performance y la propuesta estética del show. Fueron 45 minutos donde la euforia y la alegría, el baile y el rock se apoderaron del lugar. Las manos en alto, los saltos continuos, las piruetas y la continuidad enérgica del espectáculo cultivó a una audiencia que se hizo rápidamente parte del carnaval propuesto por estos viajeros chilenos que terminaron por hacer corear a más de 3 mil personas el ritmo de sus canciones. La sorpresa para la banda fue grande, y para el público, una excelente demostración de un show dinámico en un festival que hasta el momento había tenido aciertos, pero no la respuesta masiva y participativa del público campechano. En el concierto, la banda además presentó una versión de una canción de Café Tacuba, llamada El Ciclón, que tuvo una tremenda respuesta por parte de la gente que repletó la plaza de la República (ver video). La noche culminó con el vocalista de la banda metido al centro del público siendo parte de un pogo masivo producto de la intervención de la banda, exacerbando la euforia ya desatada. El broche de oro fue una última canción interpretada junto Elisa Gómez vocalista de Panorama, banda oriunda de Campeche, que resultó ser un homenaje honesto y bello a la hermosa participación de la gente.
Cerró el festival, aunque ya con la mitad del público que consiguió Keko Yoma, la consolidada banda mexicana Porter, que tranquilizó el ambiente con sus melodías.
Cabe destacar que luego de 20 horas de regreso a la ciudad de México, la banda se enteró que fue reconocida por la propia gente de la ciudad como la mejor banda del año (ver video), consolidando una gira que esperaba abrir puertas para nuevas visitas, objetivo cumplido y sobrepasado gracias al impacto que el show generó en la prensa y la hoy incipiente fanaticada.
Ya en DF, las entrevistas no pararon ( Ukelele México, Lalo Div, Plug In, Grita radio etc) y la prensa criolla y alternativa puso atención en los contenidos y propuestas de la banda, las que fueron recibidas de excelente manera por auditores y seguidores en redes sociales.
Habiendo superado el festival, y en plena faena de entrevistas, Keko Yoma cerró el tour con un concierto en el DF compartiendo escenario con bandas amigas y dejando abierto un nuevo horizonte para los acordes, extraños sonidos y un documental de la gira a México pronto a estrenar de esta banda rutera que tiene como objetivo vivir el camino y el proceso viajero como fin en sí mismo, donde la comunicación y la participación en las causas sociales y políticas, deja espacio suficiente al carnaval, la euforia y la alegría, aspectos que Keko Yoma con su larga trayectoria y experiencia, conoce de sobra.